sábado, 31 de marzo de 2012

Trabajo domiciliario, 6º año Gabriela Mistral

La tarea a realizar es un trabajo de indagación. A partir de los siguientes textos, tu trabajo consistirá en buscar mayor información y reflexionar a partir de ellas.

Elige uno de los textos y toma posición en relación con él, acerca de las siguientes preguntas:

> Busca más información acerca del contexto en qué se han pronunciado estas ideas. ¿Quién es su autor?, ¿cuáles son sus ideas más influyentes?

> El texto, ¿favorece o desestimula la creencia en dios?, ¿por qué?

> ¿Estás de acuerdo con el punto de vista que se presenta en este texto?, ¿crees que está vigente?


  • No han oído hablar de aquel hombre loco que, en plena luz del día, encendió una linterna, corrió hacia el mercado y gritó incesantemente: "¡Busco a Dios! ¡Busco a Dios!" – Dado que en ese momento se encontraban ahí reunidos muchos de aquellos que no creían en Dios, provocó una gran carcajada. ¿Estará perdido?, dijo uno. ¿Se habrá extraviado como un niño?, dijo otro... y así gritaban y reían todos al mismo tiempo. El hombre loco saltó en medio de ellos y los traspasó con su mirada. "¿A dónde fue Dios?, gritó; ¡yo se los voy a decir! ¡Nosotros lo hemos matado, ustedes y yo! ¡Todos nosotros somos sus asesinos!"

  • -Sí; pero hay que apostar; esto no es voluntario; estáis embarcados. ¿Por cuál os decidiréis, pues? Veamos. Puesto que hay que elegir, veamos que es lo que nos interesa menos. Tenéis dos cosas que perder: la verdad y el bien, y dos cosas que comprometer: vuestra razón y vuestra voluntad, vuestro conocimiento y vuestra felicidad; y vuestra naturaleza tiene dos cosas de que huir: el error y la miseria. Vuestra razón no queda más herida al elegir lo uno que lo otro, puesto que, necesariamente, hay que elegir. He aquí un punto resuelto. Pero ¿vuestra felicidad? Pesemos la ganancia y la pérdida, tomando como cruz que Dios existe. Estimemos estos dos casos: si ganáis, ganáis todo; si perdéis, no perdéis nada. Optad, pues, porque exista sin vacilar.


  • La miseria religiosa es, de una parte la expresión de la miseria real y, de otra parte, la protesta contra la miseria real. La religión es el suspiro de la criatura agobiada, el estado de ánimo de un mundo sin corazón, porque es el espíritu de  los estados de cosas carentes de espíritu La religión es el opio del pueblo.



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